El inmovilismo en los modelos de Estado europeos dura casi medio siglo
Grecia fue la última monarquía europea que se convirtió en república. El cambio se produjo en un proceso que culminó el 8 de diciembre de 1974 con un referéndum en el que el 69,2 por ciento de los griegos votaron a favor de una “democracia no coronada”, mientras el 30,2 por ciento apoyó la “democracia coronada” o monarquía. De este modo, Grecia dio la espalda a su último rey, Constantino II, hermano de Sofía, reina emérita de España.
El camino hacia este referéndum en Grecia sobre monarquía o república fue convulso. La imposición de la dictadura de los coroneles en 1967 hizo que Constantino II sólo pudiera mantener el título de rey desde en el exilio en Roma. El Gobierno militar griego retiró la condición de rey a Constantino II tras un primer referéndum realizado el 29 de julio de 1973. Más tarde, el 17 de noviembre de 1974, Constantinos Karamanlís ganó las elecciones parlamentarias en Grecia tras el fin de la dictadura. Y tres semanas después, el Gobierno legítimo convocó el referéndum definitivo que cerró la etapa monárquica en Grecia.

La última monarquía europea que se convirtió en república. El debate en España
La irrupción de Unidas Podemos en las instituciones democráticas ha reavivado el debate sobre el modelo de Estado en España y la posibilidad de convocar un referéndum sobre esta cuestión. Recientemente, la formación que preside Pablo Iglesias difundió una encuesta realizada por la agencia de investigación 40Db, según la cual los partidarios de la república en España (40,9 por ciento) superarían a los partidarios de la monarquía (34,9 por ciento). El 24 por ciento restante se mostraba indeciso o no participaría en el referéndum.
Con la actual representación parlamentaria en España, la postura del PSOE sobre el modelo de Estado resulta determinante. El partido que preside el Gobierno sigue defendiendo la monarquía. Juan Carlos Campo, ministro de Justicia, refrendó esta posición hace una semana en TVE, aunque no descartó un referéndum en el futuro. “En democracia, la reflexión está abierta, claro que sí, y si llega un momento en que hay un enorme consenso, se puede hablar”, señaló Campo. Por lo tanto, el debate interno en el PSOE que lidera Pedro Sánchez será la llave que podrá acelerar el proceso hacia un referéndum o frenarlo hasta el próximo cambio de liderazgo en el partido.
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